jueves, 22 de septiembre de 2016

Los Tres Mosqueteros

La historia inicia en 1625, en Francia. El protagonista, D'Artagnan, nacido en una familia noble empobrecida de Gascuña, se va de casa a París para cumplir su gran sueño: convertirse en un mosquetero de la «Compañía de Mosqueteros del Rey». Por fortuna, su padre conoce al capitán Señor de Trèville, el capitán de la compañía de mosqueteros (también gascón, y compañero suyo en las guerras de Enrique IV) y le ha escrito una carta de presentación, que le entrega junto con otros dos regalos, un caballo y la espada. En el camino de París, el joven gascón se ve envuelto en una pelea con un caballero misterioso y es atacado por los lacayos de la posada cercana, quedando herido e inconsciente. Cuando D'Artagnan recupera la conciencia, se da cuenta de que el caballero ha robado su carta de presentación. El posadero se las arregla para tener en sus manos gran parte de la cantidad de dinero limitada de D'Artagnan, así como su recuperación. En París, D'Artagnan va directo al cuartel general de los mosqueteros. Obtiene audiencia y es introducido en la antecámara, pero careciendo de la carta de su padre es recibido fríamente por el Señor de Trèville. En una serie de incidentes en el cuartel general, D'Artagnan es retado a duelo por los tres mosqueteros: Athos, Porthos y Aramis. Los cuatro hombres se encuentran y D'Artagnan comienza a luchar contra Athos (su primer retador), sin embargo, son interrumpidos por los guardias del Cardenal Richelieu que amenazan con arrestarlos, porque los duelos están prohibidos por decreto real. Los tres mosqueteros y D'Artagnan se unen para derrotar a los guardias del cardenal, batiendo D'Artagnan a Jussac, capitán de los guardias del Cardenal y una de las primeras espadas del reino. De esta manera, al derrotarlo, el gascón se gana el respeto y la amistad de Athos, Porthos y Aramis, volviéndose inseparables camaradas, así como el favor del Señor de Trèville. Luego de una entrevista con el rey Luis XIII, quien por su rivalidad con el cardenal queda encantado con D'Artagnan, éste último es aceptado como cadete de un regimiento de la Guardia Real, presidida por el Señor de Essarts, esperando la posibilidad de llegar a ser mosquetero. Después de obtener alojamiento y tomar un criado, llamado Planchet, conoce a la joven y bonita mujer de su maduro casero, Constance Bonacieux, de la que inmediatamente se enamora. Constance y D'Artagnan ayudan a la reina de Francia, Ana de Austria y al Duque de Buckingham a mantener una cita secreta en el Palacio del Louvre. En la cita, la reina regala a su amante una caja de madera que contiene doce aretes de diamantes, originalmente regalados a ella por su esposo Luis XIII. El Cardenal Richelieu, informado del regalo por sus espías, persuade al rey para invitar a la reina a un baile donde se espera que ella luzca los aretes, con la esperanza de descubrir al rey su historia de amor con Buckingham. Constance intenta persuadir a su marido, el Señor Bonacieux, para ir a Londres y recuperar los herretes, pero éste había sido detenido, llevado a presencia del cardenal y convencido por éste de espiar a su esposa, por lo que se niega y la delata al Conde de Rochefort, agente del cardenal. D'Artagnan y sus amigos deciden asumir la misión en su lugar. Parten los cuatro amigos con sus lacayos, y después de una serie de aventuras y de quedar Porthos, Aramis y Athos fuera de combate y heridos por el camino, en emboscadas de los agentes del cardenal, D'Artagnan logra llegar a Inglaterra, tras herir y dejar fuera de combate a otro de los enviados del cardenal, el Conde de Wardes, y recuperar de Buckingham los herretes; al notar Buckingham que le han robado dos, y teniendo la certeza que ha sido obra de la condesa de Winter, cierra los puertos ingleses para evitar que los herretes robados lleguen al Cardenal, ordena a su joyero realizar dos réplicas, y los entrega a D'Artagnan, que parte para Francia y logra devolverlos a la reina Ana, justo a tiempo para salvar su honor, y para vergüenza del Cardenal, que es puesto en evidencia delante del Rey, debido a que presenta los dos herretes robados a Buckingham, y debe salir del paso regalándoselos a la Reina, puesto que ésta luce los doce herretes en el baile.

Descarga

No hay comentarios:

Publicar un comentario