sábado, 2 de febrero de 2013

Epopeya 081 - la Historia del Hule

El hule es un material elástico hecho de la savia de plantas y árboles específicos, como lo era el árbol ulcuahuitl y el guayule. Según registros, el primer pueblo en ocupar el hule fueron los olmecas. De ahí su gentilicio que significa algo así como “gente del hule”. El proceso que el pueblo seguía para confeccionar hule, era un método muy simple: Al árbol se le hacia una serie de incisiones en el tronco del árbol. De esta forma, escurría látex color medio blancuzco que era depositado en vasijas que estaba a los pies del árbol. Este látex era mezclado con el jugo de la planta del guamol o joamole preparado en mortero.

Para elaborar pelotas, el humano tomaba de la olla uno a uno los trozos de hule, estirándolos hasta formar bandas delgadas con las que daba forma a una esfera, enrollándola con el lechoso material hasta que adquiría el tamaño requerido. Con una navaja se punzaba la pelota para sacarle el agua que hubiera quedado aprisionada. Los olmecas observaron que al calentar ese látex se obtenía una sustancia de aspecto “extraño”, que recuperaba su forma al ser sometida a algún esfuerzo. La gente este hecho lo interpreto de acuerdo al origen de la palabra Hule: en náhuatl, ulli proviene de ollin que es movimiento. Esto está asociado a las pelotas que confeccionaban los mesoamericanos para su juego de pelota: rebotar, saltar. La capacidad del hule para almacenar el movimiento hizo pensar a los antiguos mexicanos que esta sustancia era una especie de receptáculo de energía (Tonalli). Puede ser que de ahí la pelota utilizada en el tlachtli, o pok a pok, o como quieran llamarlo fuera considerada símbolo del sol (Tonatiuh, dador de tonalli).

Este material elástico era quemado como si fuera incienso a los dioses. Se han revelado evidencia que el látex del hule era usado como pegamento para cueros y madera. También era usado como material impermeable en las ropas, para fabricar las suelas de sandalias o cactli. Pero el hule es más conocido por su producción en las pelotas de juego. Las pelotas eran compactas no huecas. En los juegos-rituales se usaba una bola de 4 Kg. y un diámetro de 20 cms aproximadamente. 16.000 pelotas de hule llegaban a Tenochtitlan, capital azteca, en forma de tributo anual desde la ciudad conquistada de Tochtepec. Si cada pelota en promedio pesaba 4 kilos, nos lleva a la lógica que Tochtepec producía 64.000 kilos de hule cada año. El hule, también llamado caucho, es un material utilizado por la industria para fabricar productos plásticos como pelotas, juguetes, etc. Consiste en un polímero (moléculas llamadas monómeros que conforman cadenas de diversas formas) elástico, repelente al agua y de resistencia eléctrica. El origen de la palabra viene de la lengua náhuatl, originaria de América Central y México, usada ampliamente durante la época de auge del antiguo imperio Azteca. Con respecto al hule natural desde hace muchos años que se usa, específicamente hace cinco siglos que hay indicios.

En 1495 Michele de Cuneo, acompañante de Cristóbal Colón en sus viajes describió el hule como una especie de cera fabricada por los indios proveniente del látex, liquido lechoso que se extrae de algunas plantas como el guayule. Recién en 1819 el inglés Thomas Hancock realizó manufacturas con este material americano insertándolo de esta manera en el mercado de Inglaterra. Los indios americanos utilizaron el hule, por ejemplo, para la fabricación de la pelota utilizada en el famoso juego en que la encestaban en arcos lazándola con las caderas. El hule natural por lo general, en su estado bruto, se encuentra contaminado por una mezcla de resinas, razón por la que antes del resultado final deben ser extraídas y así el caucho queda apto para la fabricación de productos. En la recolección del látex se debe realizar un corte diagonal hacia abajo en la corteza del árbol. De este corte inmediatamente será visible el látex para el hule, de ahí se extrae aproximadamente 30 ml. por corte.

Posteriormente se debe tapar el corte extraído con un trozo de la corteza de la base del tronco, pero en caso de que el corte llegue hasta el suelo, se deja reposar hasta que la corteza se renueve por sí sola. El látex ya extraído es diluido en agua y luego sometido a un tratamiento con diversos ácidos para dar origen al caucho. Por último, utilizando prensas, se hacen capas de caucho de 0,6 centímetros aproximadamente y se dejan secando al aire libre o con humo. Las características presentadas por el hule natural, mediante procesos químicos pudieron ser igualadas, dando origen de esta manera al hule sintético. El hule sintético tiene como base el petróleo, aunque por motivos económicos utilizan con mayor frecuencia el carbón. Surgió a medida que se fue perfeccionando el hule natural. Esta perfección se fue dando paulatinamente en la historia. En 1839 Charles Goodyear por medio del azufre logró la vulcanización del caucho, en otras palabras la combinación del azufre y goma elástica dan origen a la consistencia y duración del material. Cinco siglos han transcurrido desde que se encontraron los primeros indicios de la existencia de este producto nativo del nuevo mundo. En 1495 Michele de Cuneo menciona, por primera vez el hule natural.
 

Se sabe que acompañó a Cristóbal Colón en su segundo viaje, y en uno de sus escritos menciona que en la Española "existían árboles que cuando se les cortaba daban leche de la cual los indios hacían una especie de cera Por su flexibilidad, se utiliza frecuentemente para fabricar mangueras, neumáticos y rodillos para una amplia variedad de máquinas, desde los rodillos para escurrir la ropa hasta los instalados en las rotativas e imprentas. Por su elasticidad se usa en varios tipos de amortiguadores y mecanismos de las carcasas de máquinas para reducir las vibraciones. Al ser relativamente impermeable a los gases se emplea para fabricar mangueras de aire, globos y colchones. Su resistencia al agua y a la mayoría de los productos químicos líquidos se aprovecha para fabricar ropa impermeable, trajes de buceo, tubos de laboratorio y sondas para la administración de medicamentos, revestimientos de tanques de almacenamiento, máquinas procesadoras y vagones aljibes para trenes. Por su resistencia a la electricidad, el caucho blando se utiliza en materiales aislantes, guantes protectores, zapatos y mantas, y el caucho duro se usa para las carcasas de teléfonos, piezas de aparatos de radio, medidores y otros instrumentos eléctricos. El coeficiente de rozamiento del caucho, alto en superficies secas y bajo en superficies húmedas, se aprovecha para correas de transmisión y cojinetes lubricados con agua en bombas para pozos profundos.

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