
Luego de ser
solicitada la entrada a la Federación Estadounidense del estado de Texas por
parte de los colonos y emigrantes ilegales anglosajones que la habían separado
de la República Centralista Mexicana en 1837, bajo el pretexto de
solicitar su separación del estado de Coahuila y constitución como un
estado federado y por ende de la restitución de la Constitución Federal
Mexicana de 1824 y que para el momento se había proclamado como la República
de Texas. El gobierno mexicano rompió relaciones con los EE. UU. al
declararse su ingreso a la Federación Estadounidense.
Es entonces que
el gobierno de los EE. UU. manda tropas a la zona norte del rio
Bravo para asegurar la franja de territorio que estaba en disputa entre el
estado de Texas y el gobierno mexicano, ya que este último sólo
reconocía como frontera el río Nueces ubicado más al norte. Estas
tropas crearon una serie de fuertes en la zona, es en esta zona donde se dieron
varios encuentros con patrullas del Ejército del Norte del Ejército
Nacional Mexicano.
Es así como el
gobierno estadounidense renueva sus solicitudes al gobierno mexicano para
pactar la venta de los territorios del norte de México, pero al recibir las
negativas de este, empieza una serie de preparaciones gubernamentales y
privadas como fueron la toma de San Francisco en 1845 y la
inmigración ilegal de miembros de la Iglesia Mormona al Lago
Salado que se pertenecía al territorio mexicano de Nuevo México en
1846 y que posteriormente se convirtió en el territorio de Utah.

Considerando que
en esa época la ciudad de México estaba fortificada por una serie de canales y
puertas que servían como aduana de la ciudad, la entrada más adecuada era por
Chapultepec ya que el terreno estaba para la época seco, al contrario de norte,
oriente y sur donde aún había lagos y zonas pantanosas, por lo que mandó
fortificar el cerro de Chapultepec que para la época servía como
almacén de pólvora y Colegio Militar, la fábrica de pólvora de Santa
Fe fue mandada desalojar para evitar un ataque a la misma aunque luego fue
destruida por las fuerzas estadounidenses.
Como las
instalaciones del Colegio servirían de cuartel general, se mandó desalojar a
los cadetes que en sus diferentes grupos tenían edades comprendidas entre los
13 y 19 años, muchos obedecieron, otros fueron llevados por sus familias y solo
46 cadetes solicitaron quedarse para defender su plantel, a este grupo se
unieron varios cadetes recientemente graduados, los cuales aún no recibían una
asignación en el Ejército Nacional, además de 19 miembros de la administración
del plantel desde el director, instructores, maestros y el despensero del
plantel militar.
En septiembre de
1847 varios grupos del Ejército del Norte que se había retirado bajo las
órdenes de Antonio López de Santa Anna se fortificaron en los
alrededores del bosque y el cerro de Chapultepec, el ejército estadounidense
mientras tanto tomo al palacio del Ex Arzobispado en Tacubaya como
base de operaciones y llevó a cabo parte del proceso marcial contra los
integrantes del Batallón de San Patricio, avanzaron y tomaron la casamata ubicada
al poniente del bosque el día 11, el día 12 bombardearon el Castillo de
Chapultepec y otras posiciones en el Bosque y el día 13 se dio el asalto
por la infantería estadounidense del castillo por el sur y el poniente del
cerro, al cual tomaron por la tarde avanzando hasta la Garita de Belén, donde
fueron detenidos por las fuerzas mexicanas que se habían replegado a la
Ciudadela para preparar la defensa de la ciudad, pero en la noche
recibieron la orden de abandonar la ciudad por parte de Antonio López de
Santa Anna quien no había participado en la batalla.
Es hasta el día
15 cuando ya tomada de forma pacífica la ciudad de México que el
ejército estadounidense empieza a buscar a los heridos tirados en el campo de
batalla, reúne los cuerpos de sus muertos, y permite lo mismo a civiles y
prisioneros de guerra mexicanos quienes usan las trincheras como tumbas comunes
ya que muchos de los combatientes estaban lejos de su lugar de origen, en el
caso de los EE. UU. Entierra a sus muertos en un terreno ubicado en
las esquinas de Circuito Interior y Calzada de Tacuba, que es
declarado como un parque memorial por el gobierno estadounidense y hoy en día
forma parte de la embajada de los EE. UU. Por lo que jurídicamente se
considera suelo estadounidense. Los mexicanos por su parte entierran en varios
lugares a los muertos.
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